El cambio real es posible cuando buscamos algo que no cambia.
La gente sube a las montañas y va al mar para refrescarse y refrescarse.
Mirando las montañas azules y el mar, me siento a gusto y encuentro consuelo y paz en mi vida.
La razón es simple.
Esto se debe a que hay una verdad que debemos mantener en nuestro corazón en las cosas que nunca cambian y permanecen ahí para siempre.
Todos se vuelven humildes ante la verdad. Esta humildad será la sabiduría más elevada que debemos adquirir.
No hay respuesta en la vida.
Solo la búsqueda de la humildad nos conduce a la verdad.
¿Qué es la felicidad?
Es como leer, pero no por tarea o compromiso, sino porque amas el libro.
Debes soltar el deseo al que te aferras para poder recibir el verdadero deseo.
Piensa en la muerte para tener vida.
Aplicar estas paradojas a lo largo de la vida puede conducir a buenas mejoras y avances.
La vida anhela el cambio. Esto se debe a la preocupación de que si no cambiamos, nos quedaremos atrás, y si nos retrasamos, no podremos recuperarnos.
Pero el cambio real es posible cuando nos esforzamos por algo que nunca cambia.
La vida comienza a cambiar significativamente cuando confiamos en la verdad eterna.
Viaja por tu propio mar, no por el de otra persona.
Y escalar mi montaña
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