El hábito de la felicidad.

La palabra griega antigua eudaimonia, traducida como "felicidad", es una palabra compuesta eu, que significa bueno, y daimon, que significa espíritu. Para los antiguos griegos, la felicidad era sinónimo de "buena vida" y "prosperidad".




Según la filosofía griega, una persona feliz es una persona que ha practicado bien a lo largo de su vida, mientras que una persona que ha estado practicando bien de manera constante a lo largo de su vida no tiene más remedio que tener una buena personalidad.




Según la filosofía griega, la afirmación de que incluso una persona de buen carácter puede llevar una vida infeliz es una contradicción lógica.








practica bien. Esto significa que eres excelente en lo que estás haciendo.




Todos tratan de "practicarlos" lo mejor que pueden en sus respectivos campos. En esta etapa, el objetivo de la práctica es "bueno".








Hacemos muchas cosas en la vida. Pero no podemos tener éxito en todo lo que hacemos. Cada actividad específica tiene un criterio por el cual juzgamos si somos buenos en ella o no. Entonces, ¿cuál es el estándar para evaluar una "vida" de diferentes actividades y prácticas?








Si el objetivo final de todo lo que hacemos es el bien, entonces, por supuesto, nuestra vida también tendrá el bien más elevado. Según Aristóteles, el bien supremo es la felicidad. La felicidad es el bien supremo de todos los bienes por los que luchan los practicantes individuales. La felicidad es lo mejor, lo más noble, lo más agradable.










La felicidad se realiza solo a través de una buena vida. Por supuesto, también se necesitan condiciones externas.




Un buen nacimiento, una buena educación, una buena apariencia y una familia adinerada pueden contribuir a una vida feliz. Sin embargo, no todas estas son condiciones suficientes para la felicidad.








La felicidad sólo se puede alcanzar "viviendo bien". Tener mucho dinero no significa vivir bien, y estar sano no significa vivir bien. Cuando haces tu mejor esfuerzo en todo lo que haces todos los días y vives con la mentalidad de crear las mejores obras de arte, estás practicando la felicidad. La felicidad es un proceso, no un estado.








Aquellos que hacen todo lo posible por estar contentos con la vida pueden practicar la bondad. Aristóteles dice que las virtudes del carácter que traen felicidad provienen del hábito. Cuando hago algo, si me acostumbro a pensar "en lo que estoy haciendo, naturalmente, tendré una buena personalidad". Si se forma una personalidad constante haciendo todo lo posible y practicando repetidamente durante un período de tiempo, puede obtener el mayor bien, la felicidad, en cualquier momento.

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